A nivel psicológico, tanto el trauma como el duelo aunque sean procesos y experiencias muy distintas tienen algunas cosas en común, ya que ambos implican enfrentar una pérdida o una experiencia difícil que suele tener un fuerte impacto en la vida de la persona que lo sufre.
Ambas experiencias pueden afectar a cómo te sientes y cómo te comportas, puedes sentirte más cansado, ansioso o desconectado, las tareas normales pueden volverse más difíciles y es posible que te cueste concentrarte o encontrar alegría en las cosas que antes disfrutabas. También suelen generar reacciones emocionales intensas difíciles de calmar, además de que pueden aparecer reexperimentaciones de las experiencias vividas y recuerdos que parecen llevarte una y otra vez al mismo punto.
¿Qué es el duelo?
El duelo es una respuesta natural que experimentamos cuando perdemos algo o alguien importante en nuestra vida. A nivel psicológico es un proceso emocional que nos ayuda a adaptarnos a la pérdida y a encontrar una nueva forma de seguir adelante. Cuando enfrentamos una pérdida, como la muerte de un ser querido, una ruptura o incluso la pérdida de un trabajo, nuestro cerebro y nuestras emociones pasan por un proceso de ajuste.
Primero, puede que te sientas en estado de shock, como si no pudieras creer lo que ha pasado. Luego, puedes experimentar una mezcla de tristeza, enfado, culpa o confusión. Estos sentimientos son totalmente normales y forman parte de cómo tratamos de entender y aceptar la pérdida. Debes saber que el duelo no sigue una sola ruta, cada persona lo vive a su manera y en su propio tiempo. No hay un «modo correcto» de pasar por esto.
Pero es bastante común que un duelo, aunque sea una respuesta normal a una pérdida, se vuelva más complicado o difícil de superar de lo esperado. A veces, los sentimientos de tristeza, enfado, culpa o incluso ansiedad pueden ser tan intensos que empiezan a afectar nuestra vida diaria. Puede que te sientas atrapado en un torbellino de emociones o que te cueste encontrar una forma de seguir adelante.
Cuando el duelo se vuelve especialmente difícil o parece no tener fin, puede ser una señal de que necesitas un poco más de ayuda para manejarlo. Aquí es donde desde CONVERSA podemos ayudarte.
La terapia puede ayudarte a entender y aceptar tus sentimientos, a desarrollar estrategias para lidiar con el dolor y el cambio, permitiéndote encontrar la forma de seguir adelante con la nueva situación dejando atrás el sufrimiento.
¿Qué es el trauma psicológico?
El trauma es como un golpe fuerte que no solo afecta tu cuerpo, sino también a tu mente y a tus emociones. Este proceso psicológico se da al experimentar situaciones como un accidente grave, una pérdida muy dura, situaciones de abuso o maltrato o algo que te hizo sentir en gran peligro. Es importante saber que cuando nos vemos expuestos a una situación de este tipo, aunque el evento ya haya terminado, las secuelas pueden seguir experimentando mucho tiempo después.
Cuando vivimos algo traumático, nuestro cerebro y cuerpo reaccionan de forma intensa. Es como si se quedaran en modo de alerta constante, esperando que el peligro vuelva a aparecer. Esto puede hacer que te sientas ansioso, con miedo o incluso que revivas esos momentos una y otra vez, como si estuvieras volviendo a vivir la experiencia.
A veces, los efectos del trauma pueden ser tan intensos que afectan tu vida diaria, tu bienestar y tus relaciones con los demás. Pueden aparecer problemas para dormir, pesadillas, estar irritable, evitar lugares o situaciones que te recuerden el evento, tener dificultades para concentrarte o síntomas de ansiedad o tristeza profunda.
Es importante saber que sentirte así es una reacción normal a algo muy anormal. Tu mente está tratando de lidiar con algo que no debería haber pasado. Por ello, si te sientes identificado, es importante buscar ayuda de un profesional que te pueda ayudar a procesar lo que pasó, para encontrar maneras de calmar esa alerta constante y empezar a sanar. Desde CONVERSA podemos ayudarte a lidiar con los efectos del trauma, acompañarte y ofrecerte herramientas y estrategias para manejar tus emociones y procesar lo que has vivido. Permitiéndote reducir el impacto del trauma, fortalecer tu resiliencia y reparar tu confianza y seguridad.
En momentos de duelo y trauma, tener el apoyo adecuado puede marcar una gran diferencia. Si te sientes abrumado o necesitas ayuda para procesar lo que estás viviendo, nuestro equipo está aquí para ofrecerte el respaldo que necesitas. No tienes que enfrentar esto solo; estamos comprometidos a apoyarte en tu camino hacia la recuperación.